El diente de león (Taraxacum officinale weber) es una planta cuyo uso medicinal está documentado desde principios del siglo XI, a través de los escritos de médicos persas de tan merecida fama como Ibn Sina, más conocido como Avicena, y su predecesor Al-Razi o Razí, a quien debe su nombre el actual “Instituto de Investigación Médica Razi”, situado cerca de Teherán (Irán).
La Planta
Perteneciente a la familia de las compuestas, que no suele crecer más allá de los 35 cm de alto. Presenta un rizoma cónico, corto y bastante ramificado, de sabor agridulce. Sus hojas (de sabor amargo cuando son crecidas) son profundamente dentadas y forman una roseta en la base desde donde crecen los tallos floríferos que son huecos y erguidos y acaban en un capítulo floral de color amarillo.
Estas flores comestibles fructifican en forma de aquenio formando una esfera de vilanos (conjunto de pelos plumosos) blancos y sedosos que vuelan con el aire ayudando así a que se disemine su semilla.
Se utiliza principalmente la raíz, pero también las hojas e incluso la planta entera sin las inflorescencias. Aunque es originaria de Europa y Asia, en la actualidad se puede encontrar por todo el mundo. Crece tanto en praderas como en terrenos baldíos, cunetas de las carreteras y hasta en las macetas, siendo considerada a menudo como una mala hierba.

Propiedades
Como se ha mencionado, Avicena ya deja constancia en sus escritos del uso de la misma para estimular la producción de bilis y de orina. En el siglo XVI se consolida su utilización y se describen sus propiedades diuréticas resultantes de aumentar la producción de orina, y su doble acción sobre el hígado: por un lado, estimula la producción de bilis (efecto colerético) y, por el otro, su vaciado desde la vesícula biliar hacia el duodeno, facilitando la digestión de las grasas. Este doble efecto a nivel hepático y renal y su acción suavemente laxante hacen que el diente de león se considere una buena planta depurativa y digestiva.
Ya en el siglo XX, en la década de los cuarenta, el Dr. Henri Leclerc (1870-1954) señaló la mejoría que se obtenía utilizando infusiones de diente de león en ciertos problemas de la piel como eccemas, erupciones y picores, en aquellos pacientes en que los problemas dermatológicos coincidían con problemas de función insuficiente del hígado, debido a la relación que existe entre el buen funcionamiento hepático y la salud de la piel.
En la monografía de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) se indica como medicamento de uso tradicional (MTP) para trastornos digestivos leves (tales como sensación de plenitud abdominal, flatulencia y digestión lenta) y para aumentar la cantidad de orina y limpiar las vías urinarias y los riñones. Por su sabor amargo tiene también un efecto aperitivo y puede utilizarse para abrir el apetito.
Contiene minerales como hierro, potasio, calcio, zinc, magnesio y fósforo, vitamina K y vitamina C, además contiene grandes cantidades de betacaroteno (que proporcionan una fuerte protección contra el daño celular y el estrés oxidativo) y la provitamina A que una vez asimilada por el organismo se transforma en vitamina A, y proteínas. Y por si fuera poco contiene fitonutrientes y ácido quinurénico, excelentes para el sistema digestivo. También son ricos en antioxidantes llamados polifenoles, que se encuentran principalmente en la flor pero también están presentes en las raíces, hojas y tallos.
Problemas de Hígado
Las hojas, las cuales se pueden comer, son muy buenas para el hígado, ya que ayudan a suprimir la acumulación de grasas en este órgano. La raíz previene las hemorragias de hígado y contribuye a la limpieza de la sangre.

Riñones
Debido a sus propiedades diuréticas, sirve para tratar los problemas renales. Esto, unido a que los riñones e hígado trabajan juntos en la limpieza y excreción de toxinas, es una planta muy beneficiosa para limpiar todo el organismo.
Vesícula Biliar
También sirve para limpiar la vesícula, pero siempre y cuando no haya infección o inflamación de la misma. En ese caso, tomar diente de león podría ser incluso perjudicial.
Inflamación
Puede ser eficaz para reducir la inflamación causada por enfermedades debido a la presencia de varios compuestos bioactivos como los polifenoles dentro de la planta. La inflamación es una de las respuestas naturales de nuestro organismo a una lesión o enfermedad. Con el tiempo, la inflamación excesiva puede causar daño permanente a los tejidos del cuerpo.
Hipertensión
Debido a sus propiedades, se utiliza para contrarrestar la hipertensión. Esto se debe a que al ser un excelente diurético, contribuye a la eliminación de sales y líquidos que el organismo retiene y no son de utilidad, y en algunos casos incluso son perjudiciales.
Contraindicaciones
El diente de león no debe utilizarse nunca en caso de problemas biliares sin la supervisión de un médico y está contraindicado en caso de obstrucción de las vías biliares. Debido a que contiene sustancias amargas, el diente de león estimula la producción de jugo gástrico, por lo que a ciertas personas puede causarles molestias gástricas e hiperacidez.

El diente de león puede aumentar el efecto de algunos medicamentos como los diuréticos, los anticoagulantes y los bloqueantes neuromusculares, por lo que en caso de tomar medicamentos se recomienda consultar al médico o al farmacéutico la conveniencia o no de tomar diente de león.
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