La historia del Amargo sueco o Hierbas suecas se remonta cientos de años. De hecho este elixir se ha encontrado en las farmacopeas de Europa desde la Edad Media con variaciones del nombre: Hierapicra composita, Tinctura aloes composita, y Species ad longam vitam. Su autor es el Dr. Phillipus Paracelso (1493-1541) que desarrolló la fórmula original del elixir “Ad Vitam longam“, traducido por “Medicina para una larga vida”, que quedó olvidada en un manuscrito encontrado 200 años después.

En el siglo XVIII el Dr. Claus Samst y el Dr. Urban Hjärne de la Facultad de Medicina de Estocolmo, redescubrieron y actualizaron la que parecía ser la fórmula del elixir original de Paracelso, que rebautizaron con el nombre de Amargos Suecos (Swedish Bitters). El Dr. Samst también compiló el manuscrito que describe los 46 trastornos en los que el Amargo Sueco puede ser de utilidad.
Posteriormente, el renacimiento de las Hierbas suecas se debe a María Treben (1907-1991) que fue una herborista austríaca, especializada en la medicina a base de plantas y los métodos alternativos de tratamiento de Sebastian Kneipp y que popularizó definitivamente el remedio a través de su libro de mayor venta Health Through God’s Pharmacy (‘Salud de la botica del señor’) que detalla la eficacia de las Hierbas suecas en más de 40 situaciones médicas. Desde entonces los diferentes ingredientes ya no se administran triturados en forma de pasta, sino preparados como elixir, es decir, extraídos en alcohol.
El sabor amargo
Nuestros antepasados incluían con normalidad en la dieta, hierbas y verduras amargas, como la achicoria, los berros y el diente de león, que ayudaban a mantener el sistema digestivo de forma eficiente. Antes, el sabor amargo formaba parte integral de la alimentación de muchos pueblos y culturas. Sin embargo la dieta moderna actual, está prácticamente desprovista de sustancias amargas, que han sido substituidas por alimentos dulces, convertidos en una auténtica droga para nuestra sociedad. Cada día comemos cosas dulces, ácidas y saladas, pero apenas tomamos nada amargo. La sociedad occidental ha dejado de comerlas. Los nuevos métodos de cultivo poco a poco han ido perdiendo estas sustancias imprescindibles para el organismo humano, sustituyéndolas por nuevos tipos de verduras y otros alimentos con un sabor más “agradable”, pero que en muchos casos carecen de los componentes realmente importantes de una alimentación sana.
Principio terapéutico
El sabor amargo de plantas, hierbas o especies, estimula la secreción de la saliva y de los jugos gástricos, debido a que la mucosa gástrica, cuando entra en contacto con sustancias amargas aumenta su producción de ácido. Como resultado se produce una mejor y más rápida digestión. Las sustancias amargas sobre todo, estimulan el hígado, ayudando especialmente a la digestión de las grasas. De esta manera se pone en marcha una reacción en cadena que permite un mejor aprovechamiento de los alimentos ingeridos, aumentando al mismo tiempo el proceso de reabsorción. Por tanto consumir alimentos amargos bien sea en frutas, vegetales o plantas medicinales, nos permitirá disminuir la sensación de hambre. Por el contrario cuando falta del estímulo del sabor amargo aparecen desequilibrios en nuestro metabolismo como la fatiga, la ansiedad, el estreñimiento, o la obesidad.
Las sustancias amargas pertenecen a un grupo de fitoquímicos que se encargan de proteger al organismo entre otros, de la acidosis metabólica que se origina cuando el cuerpo produce demasiado ácido o cuando los riñones no están eliminando suficiente ácido del cuerpo. Cuando faltan estos fitonutrientes la secreción de la bilis disminuye y la función digestiva se acidifica.
Las hierbas suecas tienen una actividad desinflamatoria considerable, por ello nos han sido de especial utilidad como auxiliar en el tratamiento de traumatismos superficiales y profundos, disminuyendo importantemente el tiempo de reabsorción de hematomas (moretones). Al tener múltiples efectos antimicrobianos naturales, también es de utilidad en la prevención y tratamiento de infecciones tanto de la piel como de vías respiratorias y tracto gastrointestinal.
Ha sido utilizado como colutorio por ortodoncistas para aliviar infecciones de las encías (gingivitis) que son frecuente motivo de consulta dental ya que causan sangrado de las encías al morder ciertos alimentos y también mal aliento. Otras infecciones en boca como la aparición de aftas y “fuegos” (frecuentemente producto del virus del herpes tipo I) también pueden ser tratadas con colutorios de Hierbas Suecas.
Ayudan a disminuir las flatulencias (gases intestinales), eliminar el dolor cólico abdominal producido por estas flatulencias e infecciones principalmente bacterianas y virales del tracto gastrointestinal, así mismo facilita la digestión en pacientes que presentan este problema.
También se ha utilizado para dolores de tipo muscular derivados de alguna lesión o traumatismo.
Composición:
La fórmula original contiene los siguientes elementos:

- 10 g. de Aloe (Aloe succotrina), se puede sustituir por Ajenjo en polvo (Artemisia absinthium)
- 10 g. de Alcanfor natural (Cinnamomum camphora)
- 0’22 g. de Azafrán (Crocus sativus)
- 10 g. de Maná (Fraxinus ornus)
- 5 g. de Mirra (Commiphora myrrha)
- 10 g. de raíz de Ruibarbo (Rheum rhabarbarum)
- 10 g. de raíz de Cedoaria (Curcuma zedoaria Rosc)
- 10 g. de raíz de Angélica (Angelica archangelica)
- 5 g. de raíz de Carlina vulgar (Carlina vulgaris)
- 10 g. de Sen (Cassia acutifolia delile)
- 10 g. de Teriaca veneciana
Aplicaciones internas:
El Extracto tiene un fuerte sabor amargo. Por lo que es recomendable diluirlo en una infusión, agua o zumo. Para la dosificación correcta en los adultos, tomar como medida una cucharadita o 25 gotas tres veces al día, preferiblemente después de las comidas y en los niños, dependiendo de la edad, se pueden dar de dos a cuatro gotas por año de edad.
Cuando se ha comido mucho o la comida ha sido pesada, pueden tomarse de una a dos cucharaditas de elixir después de comer.
Este producto es fundamentalmente un buen depurador de la sangre, porque estimula al hígado, aumentando su actividad desintoxicante y también los procesos de limpieza de los riñones y de los intestinos gracias a que favorece el peristaltismo. Es beneficioso también para la mayoría de dolencias estomacales, como la indigestión, los gases, la acidez y la distensión abdominal.
Asimismo es eficaz contra las ampollas en la boca y alivia cualquier infección oral o dolor de muelas. También se pueden hacer gárgaras para combatir la afonía y las inflamaciones de la garganta.
Aplicaciones externas
También se puede aplicar externamente, produciendo buenos resultados.
- Puesto que las hierbas se mezclan con alcohol, este actúa limpiando heridas como un antiséptico natural, manteniendo el área afectada seca y libre de humedad. También se puede usar para las picaduras de insectos, manchas o cicatrices de la piel y para calmar las quemaduras. Las heridas pequeñas e infectadas que producen dolor y las que cicatrizan con dificultad se curan mejor con una compresa de Amargo Sueco.
- Pueden tratarse inflamaciones localizadas. o para el dolor de cabeza, de cuello, o de oídos colocando una compresa sobre la zona afectada.
- Se puede utilizar un trozo de algodón del tamaño de la parte de la piel que se necesite. El algodón se debe mojar con el elixir, sin que llegue a gotear. La compresa fría y húmeda se puede cubrir con un plástico y se sujeta con un vendaje durante toda la noche, para que sea más efectiva.
- Si se aplica durante algún tiempo, el alcohol que contiene puede resecar la piel, por lo que se debe proteger aplicando una crema con caléndula sobre la parte que se va a tratar. De esta forma la piel no se resecara.
*Para la aplicación externa, el elixir siempre se debe usar sin diluir.

Los efectos secundarios de Amargo sueco
Los efectos secundarios generales que se han reportado hasta el momento en algunas personas son de carácter leve como erupciones, calambres o indigestión. La única contraindicación de la aplicación interna del Amargo Sueco es la diarrea. En este caso, hay que dejar de tomarlo inmediatamente, ya que dicho estado puede agravarse. Las personas que tienden a tener diarrea también deberían tener mucho cuidado con la dosificación: una cucharadita al día es lo más apropiado. Aunque es un remedio hecho completamente con planta medicinal, probado y seguro, es aconsejable consultar primero a su médico o profesional de la salud antes de consumirlo.
Bibliografía
Libro: Salud de la botica del señor, María Treben.
Escuela Internacional Naturoterapia
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